Los motores diésel no son "genéticamente" aptos para las características propias del uso en vehículos de uso particular.
Por otro lado los motores diésel sí se adaptan muy bien en motores estacionarios como lo son los grupos electrógenos, maquinaria agrícola, transporte marítimo, trenes y transporte pesado.
Históricamente los motores diésel han sido considerados como maquinas térmicas de alta eficiencia. No obstante esta condición se cumple solo si estos son utilizados fundamentalmente en dos condiciones de funcionamiento: 1) Ciclos de puesta en marcha prolongados, 2) RPM constantes a un régimen de máximo torque, condición ideal para lograr la estequiometria por lo tanto mínimas emisiones.
Las condiciones de funcionamiento de motores diésel aplicados a automóviles de pasajeros desvirtúan ambas premisas especialmente referidas a los constantes cambios en las RPM y aceleraciones bruscas.
Como sabemos en el preciso instante de un cambio en las RPM se produce un enriquecimiento vía tiempo de inyección que por razones físicas no está acompañado por un ingreso de aire en relación al combustible inyectado debido a la inercia que debe romper la masa de aire. "Recodemos la bomba de pique de los carburadores" Este retraso provoca el quiebre de la estequiometria que puede perdurar por varios segundos. Es cuando el turbo entra en escena pero limitado a un círculo vicioso, si no hay RPM no hay turbo y si no hay turbo no hay RPM. A diferencia de un motor de gasolina, si el rendimiento volumétrico es bajo, falta de aire, la temperatura para la inflamación del combustible diésel es baja; resultado, combustión incompleta, alta emisión. Si esta condición se repite con frecuencia como ocurre en los vehículos de pasajeros de uso particular, la alta emisión es casi constante.
La reciente crisis en la automotriz Volkswagen que es de dominio público, quitó el velo al vano intento de introducir motores diésel en vehículos de uso particular para satisfacer la demanda de un público que exige motores con mucho "pique". Quizás lo hayan logrado hasta el presente pero ocultando los altos niveles de polución.
La alfombra roja ya está tendida. Basta saber quién se llevará el premio. Los invitamos a que nos escriban y de esa manera ser parte de un proceso de cambio sin precedentes.